Hacia el Centenario de la Revolución de Mayo, en 1910, la expansión de
la demanda eléctrica, como consecuencia del acelerado crecimiento de la
población de Luján y la aparición de nuevas exigencias, como la producción
de fuerza motriz para las industrias, dieron pie para que un grupo de vecinos
retomara una vieja idea de formar una sociedad anónima de electricidad,
que pudiera hacer frente a las necesidades del momento.
La iniciativa para su formación partió del español Pablo de la Pascua,
luego primer gerente de la Sociedad Anónima de Electricidad. La reunión
constitutiva se realizó en los salones de la Asociación Española el 19
de marzo de 1911 y de ella resultó una sociedad que nacía con la intención
de explotar aquellas industrias que tenían por fuerza motriz a la electricidad,
principalmente el alumbrado, el tranvía y las aguas corrientes en Luján.
Servicio que sería inaugurado oficialmente el 9 de julio de 1912.
Pese a la modalidad de sociedad anónima, surgía un claro perfil social,
como luego lo reconocería la propia Cooperativa al publicar en una Edición
Extraordinaria del Boletín Difusor de Cultura Cooperativa que "...
en lo sustancial... nació como una Sociedad Anónima pero fue desde su origen
una Cooperativa...", incluyendo en sus primeras Memorias consignas
que aluden a ese fin al entenderse creada "... con el único interés
de beneficiar a este vecindario. Donde residen la totalidad de sus abonados
..." o, como dice más adelante, "...para beneficiar a los
habitantes de esta comuna en general". Es de público conocimiento
que durante el tiempo en que fue una sociedad anónima, a la empresa se la
denominaba "usina popular".
A mediados de la década del 50, la Sociedad Anónima se convirtió en
Cooperativa por Decreto del Superior Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires del 7 de mayo de 1954, que refrendó lo dispuesto en Asamblea General
Extraordinaria de Socios el 25 de mayo de octubre de 1953, procediéndose a
su inscripción en la Dirección Nacional de Cooperativas con fecha del 21 de
julio de 1954 e iniciando el registro de abonados, la mayoría de los cuales
eran de su antecesora Sociedad.
Otra fecha importante fue la de 1965, que fue cuando la Cooperativa dejó
de producir energía para ocuparse sólo de la distribución de la electricidad
e introducirse en otros servicios públicos. Fue entonces cuando la “Cooperativa
Eléctrica” pasó a llamarse “Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos
Lujanense Limitada”. El nuevo artículo 5 de la reforma estatutaria de aquel
año establecía “… proveer a sus socios (…) la prestación de servicios
públicos en general, tales como pavimentación, desagües, obras cloacales y demás
realizaciones de este orden de las que puedan hacer uso los socios, incluyendo
atender a la prestación de servicios funerarios; servicios farmacéuticos, médicos
y asistenciales, el otorgar créditos, o el adquirir y producir por cuenta de
la Cooperativa para distribuir entre los socios, artículos de consumo de uso
personal y del hogar…”.
Así es como la Cooperativa inició una nueva etapa de apertura de otros
servicios como: Servicios Funerarios (1° de Julio de 1965), Artículos para
el Hogar (2 de Julio de 1978), Agua Potable – Localidad de Torres (19 de
Agosto 1982), Paviento y Obras (2 de Enero de 1991), Cementerio Parque
Los Pinos (10 de Junio de 1996), Centro de Convenciones (Octubre de 1998),
Coopenet Luján (7 de Junio de 1999), Servicios Sanitarios (1° de Julio de
2002).
De esta forma la Cooperativa llega a sus 100 años prestando una diversidad
de servicios y siempre pensando en el futuro. A fin de honrar su Misión, la de
"trabajar para mejorar la calidad de vida de sus Asociados", quienes siempre
han acompañado y apoyado su labor. Ellos son los destinatarios y a la vez los
motivadores del desafío de una mejora constante, que sustente el liderazgo como
empresa social de Luján fundada sobre los valores del cooperativismo.